viernes, 11 de mayo de 2012

Sawasdee Tailandia!


Día 29: Mi último día en el país. Estos días estoy descansando como no lo hacía anteriormente, levantándome tarde, desayunando un yogurth bien tranquilo, y yendo a comer pasado el mediodía sin que nadie me apure. Hoy ni siquiera salí de shopping, solo caminé lo justo y necesario para conseguir lo que necesitaba. Demasiado bien me siento con todo lo que viví. Como pasó todo. Tan rápido y tan lento. Miles y miles de kilómetros recorridos, en taxis, tuk tuk, trenes, buses, bicicleta, moto, elefante, sky train, botes, lanchas, balsas de caña de bambu, saeng thaew, bien variado. Y todo viviéndolo como el último momento de mi vida. Disfrutando de la libertad, y por otros momentos de mucha adrenalina y temor también. Temor a lo que creía desconocido, al prejuicio sobre esas personas que no conocía y que me demostraron que no son iguales a nosotros, que son incluso mejores, que jamás te pondrán cara mala si algo les molesta. Que no saben lo que es el robo en la calle, que no insultan si te atraviesas con tu vehículo, al contrario, tocan bocina para indicar que quien está al lado tiene el permiso para pasar, que siempre está sonriendo. Y bien lo dice el slogan del país, Tailandia: el país de las sonrisas. Todo el mundo vive con una en la cara, les puede faltar comida y casa, pero la gente y su filosofía de vida hace que nunca estén mal, o por lo menos no lo aparenten. Tienen muchos problemas, pero no ostentan y hasta los más pobres tienen una casa digna y se la rebusca de la mejor manera para alimentar a la familia día a día. Comparten religiones, conviven en el mismo sitio y no se ve una sola discusión o falta de respeto por el prójimo. Viven la vida como es, única. Saben que es una sola y hay que aprovecharla. Aunque para ellos la vida no es una sola ya que la mayoría budista sabe que luego se reencarnará, la disfrutan a mil por hora y son felices por sobre todo. Muchos de los occidentales venimos acá para vivir de fiesta en lugar de conocer realmente a la gente que habita este suelo, que es lo más enriquecedor de este lugar, el estilo de vida. Cuando estamos en nuestras casas nos hacemos problemas por cualquier nimiedad y cosas más graves ocurren por estos lados. Catástrofes naturales, guerras civiles entre diferentes facciones políticas o religiosas, y nosotros estamos mal porque no aprobamos una materia, no tenemos el último teléfono celular, la computadora más nueva o no estamos en la última moda con la ropa. Acá se vive con lo que se tiene, y así como hay gente que tiene para vivir bien todos los días, hay gente que no, pero no baja los brazos y lo sigue haciendo. Personalmente me llevo los mejores recuerdos de este país que me acobijó un mes, uno de los mejores de mi vida. Muchos amigos que espero volver a ver alguna vez en la vida, por eso HASTA SIEMPRE TAILANDIA.

SAWASDEE!!!











No hay comentarios:

Publicar un comentario